la realidad

la realidad exterior es una cosa bien curiosa: ella siempre te contesta a tus preguntas confirmando tu punto de vista. por ejemplo:
- si crees en dios, todo será demostración de que dios existe.
- si crees en la ciencia todo estará demostrando que la ciencia es exacta.
- si la enfocas de manera pesimista todo a tu alrededor será un asco.
- si te despiertas contento todo el mundo te parecerá un lugar alegre.
- si estás enamorado todo será amor y todo te recordará a tu querida.
- si eres un activista todo demuestra la importancia social.
- si te interesa lo natural todo se explica según la naturaleza.

está claro que el filtro que aplicamos a la realidad nos da la clave de interpretación de todo lo que nos rodea, pero hay que acordarse entonces que todo lo que nos ocurre alrededor no es otra cosa sino un simple espejo de lo que nos estamos esperando y tan solo la pura demostración de lo que estamos intentando comprobarnos.
(volver a leer los ejemplos anteriores para acordarnos hasta que punto esta última afirmación es verdadera)
y también otra cosa interesante es notar que si en algún momento no sabes lo que estás buscando o cuales son tus preguntas hacia la vida, solo hará falta mirar la realidad alrededor y la intrepretación que le estás dando a todo para ver cual es tu prisma, tu actitud y tu enfoque.
no es la realidad simple o complicada, difícil o fácil, alegre o triste... eres tú que la estás mirando de esta manera.

en breve, la realidad es un gigantesco SI a cualquier pregunta.

al ser así la cosa, entonces, siendo la realidad un gigantesco prisma que se explica en su totalidad a través de cualquier clave de lectura que se le aplique, entonces conviene intentar hacer el esfuerzo de aplicar siempre un filtro positivo y benévolo.
(esto no se aleja mucho del concepto budista de enviar buenas vibraciones para que todo vaya mejor...)

-------------------------------------

paso número uno:
mientras se duerma, darse cuenta que se está dentro de un sueño y soñando comenzar a construir la historia de la manera que más guste. (sueño lúcido)

paso número dos:
darse cuenta que uno está soñando incluso cuando está despierto dentro de la realidad. a partir de ahí, hacer lo mismo que en el paso número uno.