Un árbol no puede dejar de amar la tierra que lo sostiene.
Por dura y pobre que sea, esa tierra es lo que le da vida y lo alimenta.
No importa si se trata de una tierra desértica y a otros árboles les tocó una tierra mejor. A pesar de las dificultades que este árbol tenga que enfrentar, ese terreno y esa planta son un milagro de la Vida y hacen lo mejor con lo que les tocó.
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De esta manera el árbol quiere a su tierra.
Y de esta manera la tierra consigue dar todo lo que puede para sustentar la vida.
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Así somos nosotros con nuestras familias y así hacen nuestras familias para nosotros.
☀️
...y luego un día cualquiera también en el desierto comienza a llover...
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