Todas las noches sueñas.
La mayoría de los sueños los olvidas al despertar, pero no importa: igualmente has vivido aventuras y experiencias reales. Porque tus emociones y tus sensaciones fueron reales.
Aunque parezcan confusos y fragmentados en realidad los sueños están estructurados por una coherencia total:
Cada detalle del sueño, cada símbolo, cada imagen está creada por tu inconsciente y por eso no es casual: es una visualización simbólica perfecta del mensaje interno que estás experimentando.
Un mundo totalmente coherente en su mensaje simbólico, integralmente unitario.
Y el mensaje SIEMPRE es el correcto!
No hay manera de escapar de la exactitud de los sueños!
Si estás estresado, es inútil que lo escondas: el sueño te lo manifiesta.
Si estás triste, nervioso, si necesitas libertad, si ya es hora de actuar, si vas por un camino equivocado, si estás dando el paso correcto o si tienes miedo, si hay cosas que resolver y asuntos que no quieres ver… en todo caso el sueño te indica lo que está pasando en tu vida y dónde está el camino del desarrollo necesario y de la felicidad.
La mente racional se pierde en la selva de imágenes del inconsciente.
Son dos lenguajes diferentes.
Pero si tienes la humildad de no querer racionalizar el mensaje interno, si lo dejas suelto y libre de inspirarte, poco a poco, escuchándote, espontáneamente el mensaje del sueño se te aclarará.
No hay posibilidad de equivocarse, porque aunque te equivoques vendrá otro sueño a afinar tu camino, diciendo lo que todavía no has entendido.
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El sueño es nuestra brújula interna que nos indica siempre por dónde caminar.
Cada uno de nosotros tiene este GPS interno que nunca falla, ni deja de funcionar.
Es una herramienta increíble que apunta siempre a nuestra plenitud personal.
Nunca dejes de escuchar a tus sueños!
No tengas miedo de sus imágenes y de su lenguaje: ve lo que te llama a observar.
Tus sueños son tu sabio interno!
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Nunca dejes de utilizar tu brújula interna.
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