No hace falta recordar los sueños, ni interpretarlos.
Cada noche los sueños trabajan en lo profundo de nuestra alma aunque por la mañana no recordemos nada.
Es útil recordarlos pues?
Sí.
Es útil para nuestro entendimiento consciente, porque los sueños nos van recordando incesantemente cual es la dirección de nuestro camino vital.
Y si los miramos con atención puede que pasemos de manera más tranquila por lo que toca vivir sin perdernos tanto en laberintos de dudas existenciales y de dilemas sin salida.
La mente se olvida muy pronto de los sueños.
Por eso una buena práctica es escribir los sueños (o por lo menos grabarlos o contárselos a alguien).
Lo bueno de contar un sueño es que estamos obligados a describir detalles.
Sin contarlo no le pondríamos atención a ciertos aspectos de objetos, lugares, personas, sensaciones soñadas.
Al describir el sueño inevitablemente tendremos que explicar a lo que se parecen nuestras visiones.
Estas comparaciones intuitivas desvelan el sentido metafórico del sueño.
Son informaciones preciosas que aclaran el mensaje oculto del sueño.
También es revelatorio cómo describimos ciertas situaciones: una persona al suelo puede estar descrita "como un muerto", "como herida", "como dormida", "inmóvil como una piedra", etc.
Esto nos da pistas importantes sobre el sentido metafórico de esta imagen.
Pero lo más importante del sueño es entender la emoción de fondo del viaje onírico.
El sueño es esencialmente emotividad visualizada y ésta es la base sobre la cual el resto de detalles adquiere un sentido ou otro.
No podemos aplicar reglas a los sueños: hay que dejarse inspirar intuitivamente por sus imágenes y sus atmosferas.
Por último es fundamental estar conscientes de que la mente no tiene la amplitud de entender la totalidad del mensaje onírico.
Tenemos que aceptar que los significados de cada sueño son múltiples y en muchos niveles.
Sólo podremos acceder a una parte del mensaje, con suerte la más relevante para nosotros en este momento, pero no a toda su totalidad, a su complejidad simbólica y a su profundidad inconsciente.
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