En los ferrocarriles catalanes se fomenta la idea que hablar es maleducado y quizás un problema de salud pública.
Me pregunto sinceramente cómo se puede autorizar una idea de este tipo, según qué lógica o qué base científica cierta...
Vamos a ver: si es por causa del virus, entonces más bien valdría la pena no coger el tren, o permitir la entrada a menos gente que no se pueda sentar cerca el uno del otro. Qué sentido tiene sentarse donde todo el mundo se sienta, estar al lado de desconocidos, tocar palos y puertas que todo el mundo toca y luego prohibir hablar con la máscara puesta?
Además si ese virus es peligroso, por qué tenemos que ir a trabajar arriesgando nuestra vida?
O si no lo es tanto, entonces por qué no podemos vivir, pasear y movernos cuando se trata de vivir una vida normal?
Se está generalizando la normalidad de quitar liberdades básicas (como hablar, por ejemplo) simplemente porque sí. Sin alguna necesidad o prueba científica. Sin ninguna lógica y sin ninguna coherencia.
Lo peor del tren del silenci es que ni siquiera dicen que es por causa del corona virus, sino que se trata de que el viaje sea más agradable y cívico...
1- la opinión de un director de un medio de transporte público no debería tener el poder de quitar liberdades básica tan sólo porque en su opinión es más agradable un tipo ou otro tipo de viaje.
2- los trenes ya no tenían ruído: todo el mundo estaba enajenado en su celular. Raramente se podía oír hablar a alguien aquí y allá.
Me parece que con la excusa de evitar el virus nos quieren quitar la vida, más que la muerte.
Si quieren vivir en silencio y en seguridad, por qué no van en coche o directamente se quedan en casa?
Si vas en un lugar público creo que cada uno pueda "soportar" el suplicio de oír hablar a los demás...
Fomentemos la tolerancia y no la ausencia de cosas que puedan estorbar la sensibilidad de alguien que quiere estar solo y en silencio.
Por eso propongo un símbolo nuevo para los trenes del silencio, no él de arriba, sino este de abajo.
Me parece mucho más coherente con la política de los ferrocarriles de la generalitat
